La insuficiencia cardíaca es una enfermedad crónica en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo. Puede desarrollarse de manera progresiva y afectar gravemente la calidad de vida si no se trata adecuadamente.

La insuficiencia cardíaca ocurre cuando el corazón pierde la capacidad de bombear sangre de manera eficiente. Esto puede deberse a un daño en el músculo cardíaco o a enfermedades que lo debilitan con el tiempo.

📌 Insuficiencia cardíaca sistólica: El corazón pierde fuerza de contracción y no expulsa suficiente sangre.

📌 Insuficiencia cardíaca diastólica: El corazón no se llena adecuadamente de sangre debido a rigidez en sus paredes.

A medida que el corazón se debilita, el cuerpo intenta compensar aumentando la frecuencia cardíaca y redistribuyendo el flujo sanguíneo, pero estas estrategias son temporales y pueden empeorar la condición con el tiempo.

⇒ Hipertensión arterial que obliga al corazón a trabajar más.
⇒ Infarto previo, que debilita el músculo cardíaco.
⇒ Enfermedades de las válvulas cardíacas que afectan el flujo sanguíneo.
⇒ Miocardiopatías, trastornos que afectan directamente al músculo cardíaco.
⇒ Diabetes y colesterol alto, que dañan los vasos sanguíneos.
⇒ Obesidad y sedentarismo, que sobrecargan el corazón.
⇒ Consumo excesivo de alcohol, tabaco o drogas.

⇒ Electrocardiograma (ECG): Identifica alteraciones en la actividad eléctrica del corazón.
⇒ Ecocardiografía: Evalúa la estructura y función del corazón.
⇒ Prueba de esfuerzo: Analiza la respuesta del corazón al ejercicio.
⇒ Resonancia magnética cardíaca: Proporciona imágenes detalladas del músculo cardíaco.
⇒ Análisis de sangre: Mide biomarcadores como el péptido natriurético (BNP), indicador clave de insuficiencia cardíaca.

⇒ Seguir el tratamiento médico con fármacos como diuréticos, betabloqueantes o inhibidores de la ECA.
⇒ Reducir el consumo de sal y líquidos para evitar la retención de agua.
⇒ Adoptar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y grasas saludables.
⇒ Mantener un peso saludable y realizar ejercicio moderado bajo supervisión médica.
⇒ Evitar el alcohol y el tabaco, ya que debilitan el corazón.
⇒ Controlar el estrés y dormir lo suficiente.